Sara Manuela García Poza, directora de ALGASAL+: “Pretendemos mejorar el conocimiento científico sobre el cultivo de algas en ambientes hipersalinos y fomentar el sector de la biotecnología azul en nuestro país”

Lunes, 15 Septiembre 2025
Entrevista a Sara Manuela García Mesa, directora del proyecto ALGASAL+.

Contribuir a impulsar una acuicultura sostenible y competitiva de algas nativas, aprovechando los vertidos de salmuera procedentes de desaladoras y mejorar así su impacto sobre el medio ambiente son los objetivos del proyecto ALGASAL+. Una iniciativa novedosa que “trata de investigar la adaptación a condiciones de hipersalinidad de macroalgas y microalgas nativas”, explica Sara Manuela García Poza, directora del proyecto, quien destaca la importancia de dar a conocer el valor de las algas  más allá de la comunidad científica. “Creemos que en estos primeros meses ya hemos conseguido acercar a la población la importancia y el potencial que tienen las algas de las regiones donde habitan”, destaca.
 

¿Cuál es el principal objetivo de la iniciativa?
Uno de los principales objetivos del proyecto es divulgar e impulsar la acuicultura vegetal marina terrestre con algas nativas. Queremos resaltar el potencial y las muchas aplicaciones que tienen las algas. También se pretende mejorar el conocimiento científico sobre el cultivo de algas en ambientes hipersalinos y fomentar el sector de la biotecnología azul en nuestro país.

 

El proyecto se desarrolla en aguas andaluzas y de las islas Canarias. ¿Qué tienen de especial para apostar por ellas para el desarrollo de la acuicultura vegetal marina?
Se eligieron estas regiones por sus buenas condiciones climatológicas (gran cantidad de días de luz al año, altas temperatura, escasas precipitaciones) para la acuicultura de algas en tierra y porque Canarias y Andalucía son territorios con una alta escasez hídrica, donde abundan las plantas desaladoras.
 

¿Hay experiencias previas en el uso de salmuera generada por desalación como medio de cultivo para algas en nuestro país?
En España sí se han cultivado microalgas en aguas hipersalinas previamente. De hecho el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) tiene experiencia previa en el cultivo de microalgas con salmuera procedente de desaladoras. Lo que no se ha hecho hasta la fecha (que sepamos) es el cultivo de macroalgas con agua hipersalina ni con salmuera procedente de desaladoras.

 

¿Qué valor en lo relativo a la innovación y a la investigación científica tiene ALGASAL+?
En este proyecto se trata de investigar la adaptación a condiciones de hipersalinidad de macroalgas y microalgas nativas. También tiene de novedoso el diseño y la construcción de una planta piloto acoplada directamente a efluentes de rechazo de desaladoras, donde, por tanto, la salmuera forma parte del agua de insumo que utilizamos para cultivar las algas, pretendiendo, además de valorizar un residuo, fomentar el conocimiento de la acuicultura sostenible de algas con salmuera.

 

En cuanto a la sostenibilidad, ¿cuál es la principal aportación de la iniciativa y cómo mejora el uso y aprovechamiento de recursos?
En lo referente a la sostenibilidad, el proyecto ALGASAL+ trata de valorizar la salmuera, que es el efluente de rechazo que se genera en el proceso de desalación tras transformar el agua salada en agua potable, y que, hoy en día, es considerada un residuo. Esta salmuera que se usa como parte del medio de cultivo aporta nutrientes que las algas captan para crecer, incrementando la calidad del agua. Estamos también investigando diferentes sistemas de cultivo, entre ellos cultivar las algas en circuito cerrado para economizar todavía más el consumo de agua. Además, se pretende valorizar la biomasa que se genera tras el cultivo contribuyendo así a la economía circular para explorar, aunque sea de manera muy preliminar, sus posibles aplicaciones industriales.

 

¿Cuáles son las principales actividades que se están desarrollando en el marco del proyecto?
Para dar a conocer el proyecto no sólo a la comunidad científica hemos contado con un extenso y potente plan de comunicación, ya que entendemos que, a día de hoy, divulgación y ciencia deben ir de la mano. De nada sirve que hagamos grandes descubrimientos si no se van a poder implementar en el territorio porque la población lo desconoce y no lo aprueba. Esta actividad se desarrolla desde el principio hasta el final del proyecto en ambos territorios a través de distintas actividades y actos de carácter presencial, así como en la web y digitalmente.
Una de las primeras actividades sobre las que se sustentan las demás ha sido la bioprospección y caracterización de las algas nativas. Esto ha permitido identificar genéticamente las algas que tenemos en ambos territorios, en diferentes puntos de muestreo a lo largo de las diferentes estaciones, y así poder seleccionar aquellas cepas con mayor potencial biotecnológico.
Otra de las actividades principales ha sido la construcción de una planta piloto tanto en Almería como en Gran Canaria para el cultivo de algas donde el insumo de agua viene directamente de la mezcla de agua de mar con salmuera de desaladoras. El diseño, construcción y mejora de estas instalaciones ha sido clave para permitir que se pueda realizar gran parte de la experimentación e investigación del proyecto. Primeramente se ha empezado con un cultivo indoor para luego poderlo escalar y tener un cultivo outdoor. Hay otra actividad que consiste en valorizar la biomasa que se genera del cultivo, analizando su calidad y evaluando la viabilidad comercial que pueda tener en el sector alimentario.
Paralelamente también se pretende estudiar el ciclo de vida y analizar de manera socioeconómica los diferentes pasos tanto del sistema de cultivo como el de postproducción de la biomasa.
En las últimas actividades se comparará tanto la eficiencia de los distintos sistemas de cultivo de microalgas y macroalgas como las diferencias que haya podido haber en los distintos territorios.

 

El peso de la iniciativa recae en tres entidades, pero, además contáis con la colaboración de una empresa del ámbito acuícola. ¿Qué aportan cada una de ellas?
El ITC y la Universidad de Almería (UAL) se encargan de realizar por duplicado las actividades, el ITC en Canarias y la UAL, en Andalucía. Por su parte,  la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria a través del Banco Español de Algas (BEA) se encarga de toda la parte de caracterización de las algas y selección de las cepas con mayor potencial biotecnológico.
La empresa Porto-Muiños S.L., que es líder en nuestro país en el comercio de macroalgas en la industria alimentaria, colabora con el proyecto desde el principio. No sólo ha difundido y apoyado la iniciativa, sino que también ha participado en diferentes actividades. Además, está planteado que nos cedan parte de su biomasa de las especies de macroalgas del género Ulva sp., que son las mismas macroalgas con las que trabaja el proyecto, para comparar la calidad de su biomasa con la que se obtenga de la cultivada en el marco de la iniciativa.

 

ALGASAL+ tiene un componente de aplicabilidad muy claro. ¿Hasta qué punto creéis que es viable económicamente para la industria alimentaria el cultivo de algas mediante este sistema?
Eso es algo que se está investigando con este proyecto. Se pretende ver la viabilidad económica y técnica así como la legislativa, ya que no se ha hecho previamente y sucede que muchas veces la ciencia va por delante de la normativa vigente. La industria alimentaria tiene una normativa y unos límites muy exigentes, pero lo bueno es que la biomasa cultivada tiene mucho potencial para poder ser aplicada en otras industrias también con fines comerciales, lo que puede ser muy prometedor para futuras investigaciones.

 

¿Cuáles son los principales avances y logros obtenidos tras estos meses de andadura del proyecto?
El mayor logro es que se destine dinero a iniciativas de investigación en el sector de la acuicultura y que proyectos como ALGASAL+ tengan cabida. Creemos que en estos primeros meses ya hemos conseguido acercar a la población la importancia y el potencial que tienen las algas de las regiones donde habitan. Se ha caracterizado la comunidad algal de Gran Canaria y Andalucía en ambientes hipersalinos, lo que ha servido para acercar la acuicultura vegetal marina terrestre a un público diverso: comunidad científica, escolares, sector acuícola-pesquero y público en general.
Creo que un hito importante del proyecto ha sido la creación de las instalaciones que nos han permitido a todas las entidades investigar el cultivo de algas con salmuera. Especialmente en el caso de instituciones como el ITC y la UAL, cuya trayectoria investigadora se ha centrado mayoritariamente en el estudio y cultivo de microalgas, este proyecto ha facilitado la diversificación de sus líneas de investigación hacia el cultivo de macroalgas, ampliando así sus capacidades técnicas y científicas en el ámbito de la biotecnología de algas, especialmente con las macroalgas del género Ulva sp. Que se pueda desarrollar esta investigación impulsa automáticamente el sector de la acuicultura de algas en nuestro país, por no hablar de la importancia de que exista un proyecto de investigación asociado a infraestructuras estratégicas como las desaladoras, abriendo nuevas oportunidades para la economía circular y la mejora ambiental del entorno marino.
En el transcurso de estos meses de proyecto también hemos hecho mucha red y hemos colaborado y conectado con distintos actores a nivel nacional gracias al desarrollo del mismo.