Ignacio Ruiz-Jarabo, director del proyecto REPESCA: “La ciencia es un actor más, igual de importante que los pescadores, gestores o ecologistas”

Martes, 19 Julio 2022

Ignacio Ruiz-Jarabo, director del proyecto REPESCA

 

La colaboración con los pescadores es una constante al preguntar a Ignacio Ruiz-Jarabo, de la Universidad Complutense de Madrid, por el proyecto REPESCA, cuyo objetivo final es impulsar una pesca sostenible, a través de la reducción y mejora del bienestar de los descartes, de la mano siempre del sector pesquero. Y para ello REPESCA coordinará actividades entre Madrid, Andalucía, Baleares y Murcia.

 

Sin ciencia, no hay futuro sostenible para la pesca, ¿no?

Para que un país avance es necesario investigar e innovar; la opción contraria implica estancarse y colapsar en algún momento. Eso incluye la pesca, por supuesto. La extracción de recursos naturales (cualquier tipo de recurso) debe ser gestionada de manera coherente para que pueda seguir realizándose en el futuro. La pesca va acoplada indudablemente a una variedad de procesos que deben ser manejados de manera conjunta, solidaria, holística. Esto implica gestionar personas, economía, medio ambiente, biología, y un largo etcétera. La Ciencia, por tanto (y con mayúscula), es fundamental en el engranaje que sostendrá la pesca futura. La ciencia es un actor más, igual de importante que los pescadores, gestores y ecologistas (entre otros), fundamentales todos ellos para mantener una actividad pesquera sostenible y rentable. Es necesario invertir en Ciencia, pues esta devuelve con creces lo que se le ofrezca.

 

¿En qué otros proyectos se ha centrado el grupo de investigación al que pertenece?

El Grupo de Investigación al que pertenezco, neuroendocrinología de peces, se centra principalmente en procesos de investigación básica. Eso incluye el estudio de los ritmos biológicos de los peces, pero también en la manera de mejorar su bienestar. Es en este aspecto, bienestar, donde nuestro grupo está aportando su granito de arena. Y lo hace de manera aplicada, ofreciendo alternativas reales a los procesos de pesca para mejorar la supervivencia de los animales capturados y que deban ser devueltos al mar. Una vez más, se demuestra que la ciencia básica puede llegar a ser de utilidad, y verse reflejada en mejoras del ecosistema marino y la economía de los pescadores.

 

Es el primer proyecto de la UCM impulsado en el Programa Pleamar, ¿cuáles son las expectativas?

Las expectativas son enormes, pues nos ha abierto la posibilidad de mostrar al mundo no científico lo que somos capaces de hacer. Aún no hemos terminado el proyecto, y ya tenemos multitud de ideas para continuar en el futuro cercano. La cooperación con los pescadores está siendo sensacional. Creemos que esta nueva relación con ellos puede ser beneficiosa para ambos, pues se están creando sinergias que desconocíamos. Al conocer de primera mano los problemas y preocupaciones del sector pesquero, los científicos intentamos buscar soluciones a aquellos procesos que están en nuestra mano. Hay mucho por hacer y ahora sabemos por dónde continuar.

 

Este año se celebra el Año Internacional de la Pesca de Pequeña Escala, ¿cómo va a ayudar REPESCA a impulsar una pesca artesanal sostenible?

Recientemente, el equipo de REPESCA ha participado en el Encuentro Internacional de Pesca Artesanal de Pequeña Escala, celebrado en Conil (Cádiz) en mayo del 2022. Los días que duró el encuentro han sido enormemente productivos, y nos han colocado en un marco incomparable donde, de primera mano, hemos sido testigos de las necesidades de los pescadores artesanales de todo el mundo. Hablando con ellos, se han realizado propuestas para mejorar algunos aspectos de su trabajo, las cuales han sido bien recibidas, creándose acuerdos de colaboración. REPESCA se plantea como un proyecto para mejorar las tasas de supervivencia de los descartes, que es una preocupación del sector. Los pescadores artesanales, conscientes de la necesidad de cuidar sus recursos, se muestran abiertos a mejorar sus procesos de captura para conservar el ecosistema marino. Es aquí donde REPESCA puede impulsar la pesca artesanal y hacerla sostenible, indicando cómo mejorar la supervivencia de los descartes.

 

¿Qué especies vais a estudiar?

REPESCA trabaja con peces teleósteos y crustáceos de interés comercial en el Golfo de Cádiz (España). Las especies planteadas son besugo, mero, cherna, sable, langostino y galera. Sin embargo, se han incluido más especies en los meses que llevamos de proyecto, adaptándonos a las condiciones reales de la pesca. Al estar en contacto directo con los pescadores hemos ido descubriendo que el mar ofrece lo que ofrece, no lo que uno quiere. Y así se han incluido borriquete, pargo, urta, vieja y sargo en el estudio. La colaboración con los pescadores ha resultado un factor esencial en el proyecto, y su conocimiento de la pesca (y todo lo que ello conlleva) hace del proyecto un ente vivo que es capaz de mejorar de manera activa y plástica a tiempo real.

 

¿Por qué habéis decidido centraros en la reserva de pesca de la desembocadura del río Guadalquivir y Conil?

Los pescadores de Conil y Chipiona han demostrado un liderazgo en el sector encaminado a la mejora de sus condiciones presentes y futuras. Coinciden en que la sostenibilidad y aprovechamiento de sus recursos pesqueros pasa por una gestión integral del ecosistema marino. Para ello, los pescadores han llegado a la conclusión de que es necesario tener un conocimiento exhaustivo del mismo y han apostado por integrar agentes del conocimiento y la gestión en sus prácticas pesqueras. Su apuesta, por tanto, ha requerido de un enorme esfuerzo por su parte y muchos años de trabajo. Aunque aún queda mucho por hacer, los frutos empiezan a verse ahora. Ante esta valentía y comportamiento ejemplar de los pescadores de Chipiona y Conil, nuestro grupo de investigación no ha tenido ninguna duda: es con ellos con quien queremos trabajar. Sirvan sus acciones como paradigma de lo que puede lograrse para mejorar el futuro de la pesca en España.

 

El ámbito de actuación incluye Andalucía, Comunidad de Madrid, Islas Baleares y Región de Murcia. ¿De qué manera se va a participar desde cada comunidad autónoma?

En la Comunidad de Madrid, alejada del mar, se están realizando acciones de aproximación al mundo real de la pesca artesanal. Principalmente, nos estamos centrando en el mundo académico, en la universidad, con el objetivo de formar a estudiantes que puedan seguir mejorando la pesca de nuestro país.

 

En Baleares y Murcia, el objetivo es otro bien distinto: mostrar a los pescadores locales que la interacción con la universidad puede ser beneficiosa para ellos. Eso se realiza a través de jornadas de difusión y formación, donde los debates con el sector resultan de una importancia superlativa. Se ponen sobre la mesa algunas necesidades que pueden ser cubiertas con la colaboración de científicos, siempre encaminando las acciones hacia la mejora de las condiciones laborales de los pescadores y de la calidad del ecosistema. Consideramos este tándem, economía-ecología, como el pilar sobre el que REPESCA se asienta.

 

El proyecto incluye la presentación de herramientas al sector pesquero para mejorar la gestión de estas áreas marinas. ¿Cuáles son estas herramientas y cómo vais a hacérselas llegar a los pescadores?  

Las herramientas a presentar serán manuales de buenas prácticas. En ellos mostraremos, con resultados empíricos, qué prácticas pesqueras mejoran la supervivencia de los descartes. Pero también se mostrarán, con datos económicos, aquellos procesos que pueden ser más ventajosos para los pescadores y que pueden ser implementados de manera real en sus prácticas diarias. Estas herramientas se harán llegar a través de reuniones físicas con las cofradías de pescadores, además de ponerlas a disposición del sector de manera gratuita y online.

 

Y en cuanto a la divulgación, ¿cómo se ha planteado la estrategia para hacer llegar vuestro trabajo a profesionales implicados y a la sociedad en general?

La transferencia del conocimiento generado es de suma importancia para REPESCA. Así pues, la divulgación del proyecto se basa en hacer llegar la información a cinco grandes grupos de personas: pescadores, científicos, gestores, estudiantes y sociedad en general. Se emplearán herramientas adecuadas para llegar a cada uno de esos sectores. De este modo, se realizan reuniones y charlas ad hoc con cada uno de ellos, se publican artículos científicos y de divulgación, y se participa en aquellas acciones en que pueda promocionarse el mundo de la pesca artesanal en colaboración con el científico. REPESCA, por tanto, pretende convertir en hechos reales lo que se genera en el mundo académico, buscando la mejora del ecosistema marino y el sector pesquero artesanal.