Marina Albentosa Verdú, directora del proyecto RemediOS-2: “La restauración de una especie tan amenazada como la ostra nativa europea tiene interés por sí misma y por el hábitat que genera”
La degradación ecológica de la laguna de Mar Menor es una realidad palpable. En ese contexto, especies como la ostra plana pueden jugar un papel en su recuperación, ya que sus ejemplares son “grandes filtradores que se alimentan de fitoplancton, por lo que contribuyen al control de las proliferaciones microalgales que caracterizan los ecosistemas eutrofizados como el Mar Menor”, destaca Marina Albentosa Verdú, directora del proyecto RemediOS-2, una iniciativa que busca diseñar estrategias para el desarrollo de la acuicultura de restauración de la ostra plana de la laguna salada.
¿Cuál es la situación poblacional de la ostra plana en las aguas del Mar Menor?
No se ha realizado ninguna cartografía de la población de ostras en el Mar Menor, pero según nuestras observaciones cuando hacemos campañas de recolección de reproductores para el criadero apenas quedan unas cuantas decenas alrededor de las islas.
¿Cómo puede la especie contribuir a la recuperación de un sistema tan degradado como el del Mar Menor?
Las ostras son grandes filtradores que se alimentan de fitoplancton, por lo que contribuyen al control de las proliferaciones microalgales que caracterizan los ecosistemas eutrofizados como el Mar Menor. Además de este importante servicio ecosistémico, las ostras son especies ‘ingenieras’ que crean hábitats, los arrecifes de ostras, estructuras tridimensionales que sirven de refugio para la reproducción de otras especies por lo que aumentan la biodiversidad. Si hay un incremento de la biodiversidad se produce también un aumento de las pesquerías. Cuando las condiciones sanitarias lo permiten las ostras se destinan a consumo humano, por lo que con la extracción de las mismas a través de la acuicultura (bioextracción) se está retirando nutrientes del ecosistema. Por último, el servicio ecosistémico menos conocido y estudiado que proporcionan las ostras es la desnitrificación que se produce en los fondos donde existen arrecifes o donde se instalan sistemas de cultivo, lo que contribuye a la retirada de nitrógeno del sistema.
¿Qué actuaciones estáis desarrollando en ese sentido?
Bajo la denominación de la Iniciativa para la recuperación de la ostra del Mar Menor (MMOI) vinculada a la Alianza europea NORA, estamos desarrollando varios proyectos que empezaron con RemediOS-1 en 2022, en el marco del cual pusimos en marcha el criadero y conseguimos, por vez primera, reproducir a los ejemplares salvajes de ostra del Mar Menor con agua de la propia laguna. A continuación, y financiado también por la Fundación Biodiversidad estamos finalizando el proyecto Resalar en el que participamos con un estudio de dos años sobre el crecimiento, maduración sexual, calidad de la ostra y retirada de nitrógeno de la ostra en un canal salinero. En 2024 volvimos a abrir el criadero Remedios con fondos del Ministerio de Ciencia y de la Comunidad de la Región de Murcia con el proyecto Thinkinazul y conseguimos cerrar al ciclo de la ostra, al haber reproducido con éxito a las ostras nacidas en 2022. Con parte de las ostras producidas estamos haciendo un experimento (proyecto Mitoyster, del Ministerio de Ciencia) en la laguna con el seguimiento de la ostra en tres puntos de la laguna, con el fin de establecer la interacción entre la capacidad de extracción de nutrientes de las ostras y la contaminación química. Actualmente estamos en pleno desarrollo del segundo proyecto Remedios, en el que hemos incorporado como socios a una organización naturalista, ANSE, a la CARM y a la Fundación Estrella Levante. Remedios-2 incluye acciones científico-técnicas, de gestión, de divulgación científica y ambiental, de gobernanza, de colaboración europea y de economía azul.
¿Por qué procesos de cultivo de la ostra plana estáis apostando?
Durante la primera fase de Remedios, en 2022, aplicamos la metodología más simple y establecida para la producción de ostra, que consiste en la estabulación de reproductores alimentados con una mezcla de microalgas. Tanto las larvas como la semilla se mantuvieron en circuito cerrado. La semilla se obtuvo mediante fijación en conchilla (valvas trituradas) para obtener individuos aislados con los que realizar nuestros estudios fisiológicos y de crecimiento. En 2024 introdujimos mejoras técnicas en el criadero, transformando los cultivos larvarios y de semilla en circuito abiertos con alimentación en continuo, lo que nos ha permitido aumentar la producción y reducir su manipulación. La semilla que producimos la trasladamos a los canales salineros de las salinas de San Pedro del Pinatar gracias a la colaboración de la empresa Salinera Española donde procedemos a su engorde. ANSE va a trasladar parte de la semilla próximamente a las recientemente restauradas salinas de Marchamalo con fines fundamentalmente de educación ambiental. En estos momentos estamos ensayando una nueva técnica de fijación de las larvas con el fin de realizar la base del arrecife, mediante el uso de valvas de ostras y de bloques de fijación ostrícola que nos ha cedido la empresa Oyster Heaven. Con fondos del proyecto Thinkinazul hemos desarrollado un innovador sistema de cultivo, especialmente diseñado para el cultivo de ostra en un canal salinero. Consiste en líneas de cultivo sobre la que suspenden cestos ostrícolas rectangulares que giran y quedan al aire durante un número de horas para reducir el fouling que se produce alrededor de los cestos e impiden la circulación del agua, uno de los graves problemas observados en el Mar Menor.
¿En qué punto se encuentra la ejecución de las actuaciones del proyecto?
Estamos en pleno desarrollo de las actividades del criadero, iniciado el estudio genético de reproductores y de fases larvarias y pendientes de la fijación larvaria en los bloques para la iniciación del arrecife. Tenemos semilla producida con la técnica clásica de la conchilla que trasladaremos próximamente al canal salinero para testar un sistema flupsy que permita reducir la fase de criadero al máximo. En definitiva, estamos preparando el material que se requiere para el inicio de los dos pilotos contemplados en Remedios 2: arrecife en fondo y las líneas de cultivo en columna. La previsión es iniciarlos a finales del verano.
A nivel de las actividades de educación ambiental, ya hemos acabado el trabajo en los centros educativos y hemos iniciado la jardinería de la ostra que realizamos mensualmente. Los modelos de estudio para la acción de gobernanza ya se han elaborado y se encuentran bajo estudio. A nivel europeo estamos organizando el congreso bianual de la Alianza NORA, que tendrá lugar del 24 al 27 de noviembre de 2025 en Cartagena, lo que supone un apoyo muy importante a la Iniciativa.
Uno de vuestros objetivos es la valoración de la diversidad genética obtenida en la ostra producida en RemediOS-1. ¿Qué avances ha logrado el proyecto en ese ámbito?
El experimento está consistiendo en el acondicionamiento de tres grupos de reproductores: salvajes; F1, nacidas en criadero en 2022, y S+F1. Hemos recogido ya las muestras de los reproductores y estamos completando la recogida de muestras de larvas recién emitidas, larvas próximas a fijación y postlarvas. Una vez que finalicemos la toma de muestras, se procederá a realizar el estudio genético, por lo que todavía no tenemos datos sobre la variabilidad genética de cada lote de reproductores y de su descendencia.
¿Qué peso tienen los avances científico-tecnológicos en la iniciativa?
Todas las actuaciones que realizamos en el marco de la Iniciativa tienen su origen en la ciencia, puesto que esa es nuestra función como organismo público de investigación: generar conocimiento básico y aplicado con el fin de dotar a las diferentes administraciones con competencias en el Mar Menor de herramientas para un posible plan de actuación basado en la ostra. Nuestro caso de estudio es el Mar Menor, aunque pretendemos que nuestros resultados puedan aplicarse a otros ecosistemas eutrofizados o no, pues la restauración de una especie tan amenazada como la ostra nativa europea (Ostrea edulis) tiene interés por sí misma y por el hábitat que genera. En este sentido estamos muy pendientes del Reglamento Europeo de Restauración de la Naturaleza recientemente aprobado y por el cual España está desarrollando actualmente el Plan Nacional de Restauración dentro del cual los arrecifes de bivalvos son uno de los habitats a restaurar.
Entre sus socios, el proyecto cuenta con la colaboración de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar (Murcia). ¿Cuáles son las labores que están de desarrollando? ¿Cómo trabajáis con ellos?
El IEO mantiene una estrecha relación con la cofradía de pescadores de San Pedro del Pinatar desde hace más de 50 años porque ambas organizaciones estamos muy cerca, en Lopagán. En Remedios-2, la Cofradía y Galpemur nos ha ayudado a organizar la Jornada de Acuicultura de Bivalvos, que tuvo lugar el pasado 12 de marzo. También contamos con que la instalación y el mantenimiento del piloto en columna la realizaremos previa oferta del contrato a través de la Cofradía. Una vez en funcionamiento organizaremos con la Cofradía y Galpemur un taller in situ, en el que nos acercaremos al piloto para ver en el lugar como funciona una instalación de cultivo de ostra.
¿Hasta qué punto es consciente el sector pesquero de que la acuicultura de la ostra es una fuente real de recursos económicos dentro de una economía azul?
Creemos que todavía lo ven como una posibilidad lejana. Consideran que es interesante, pero son conscientes de la necesidad de estudios científicos previos así como de avanzar en la declaración de las aguas del Mar Menor como aguas óptimas para la producción de bivalvos que en estos momentos está reducida a la zona de la Encañizada y a una sola especie, la almeja fina. Otra preocupación que nos han mostrado es la dificultad y complejidad en la obtención de los permisos que se necesitarían para iniciar una instalación acuícola. Sin embargo, nos ha contactado un grupo de empresarios (no pescadores) que han mostrado interés en analizar la viabilidad económica del cultivo de ostra en la laguna. Su objetivo es principalmente económico, pero han mostrado un gran interés en los fines medioambientales del cultivo de la ostra tras escucharnos en varios foros.
La iniciativa busca también implicar a la ciudadanía en la recuperación de estos ecosistemas tan degradados. ¿Qué actividades habéis puesto en marcha para ello?
Estamos muy pendientes de atender a los medios y a las redes sociales para poder alcanzar al mayor número posible de personas. Aparte en el grupo de acciones de educación ambiental, hemos organizado visitas al criadero Remedios y charlas, tanto en centros educativos como en las salinas de Marchamalo. En abril iniciamos las Jornadas de Jardinería de la ostra en los pantalanes próximos al IEO en Lopagán. Hemos colocado 25 cestos con semilla de ostra de nuestro criadero y mensualmente recibimos a 25 familias para hacer el seguimiento de su crecimiento en peso y talla y detectar si ha habido mortalidad. Se trata de una actividad con un doble objetivo: concienciación ambiental en especial de los servicios de la ostra y de introducción a la ciencia. Vamos a mantener esta actividad hasta diciembre de este año. Estamos teniendo mucha aceptación.
¿Qué logros esperáis obtener en materia de gobernanza y hasta qué punto es importante para contribuir a la recuperación de la laguna salada del Mar Menor?
En este capítulo estamos estudiando dos casos: la laguna de Thau, en Francia, y el estuario de Essex, en Inglaterra. Hemos realizado ya el trabajo de campo y estamos procesando los datos obtenidos. Se trata de dos casos completamente diferentes, pero muy interesantes desde la perspectiva de la Iniciativa de la ostra del Mar Menor. En el caso de Thau, hay una importante ostricultura cuya existencia ha impulsado la mejora de la calidad ambiental de la laguna por dos motivos: uno, por los propios servicios ecosistémicos de las ostras cultivadas y dos, porque los ostricultores forzaron a las administraciones a promover inversiones de infraestructuras que mejoraran la calidad del agua. En el caso de Essex se trata de recuperar una pesquería ancestral de ostra con fines comerciales y también de restauración de la especie nativa. Aunque en ambos casos el denominador común es la producción de ostra, algo inexistente actualmente en el Mar Menor, creemos que el estudio de su gobernanza puede dar claves sobre el modelo de gestión y de toma de decisiones para el Mar Menor, y no sólo para los asuntos relacionados con la ostra sino de cualquier otro aspecto de la laguna y de su crisis ambiental.