José Eugenio López Periago, directo de MAJA: “El proyecto reutiliza recursos ya existentes en el medio marino, como los escombros generados en las bateas, dándoles un uso en la alimentación y engorde de la centolla”

Martes, 14 Octubre 2025
José Eugenio López Periago, director del proyecto MAJA.

José Eugenio López Periago dirige el proyecto MAJA, pilotado por la Universidade de Vigo, cuyo objetivo es desarrollar un sistema sostenible de cultivo, engorde y repoblación de la centolla Maja brachydactyla y a partir de este trabajo contribuir a “una más que necesaria actuación en el Mediterráneo, donde la centolla Maja squinado está en vías de extinción. Desarrollamos la zootecnia necesaria para llevar a cabo la repoblación de una especie muy mermada, experimentando con otra tan próxima como Maja brachydactyla”. Un proyecto con un claro valor de circularidad, ya que se trabaja con “la reutilización de recursos ya existentes en el medio marino, como los escombros generados en las bateas, dándoles un uso en la alimentación y engorde de la centolla”, concreta su director.

 

¿En qué situación se encuentra la población de la centolla en aguas españolas y, en concreto, en aguas gallegas? ¿Por qué trabajáis en el proyecto con Maja brachydactyla
La centolla en Galicia no es una especie vulnerable. De hecho, está permitida y reglada su captura.  La razón de incluir actividades de repoblación en el proyecto es porque se enfocó hacia una más que necesaria actuación en el Mediterráneo, donde la centolla está en vías de extinción. Desarrollar la zootecnia necesaria para llevar a cabo la repoblación de una especie muy mermada (Maja squinado) es más fácil experimentando con una especie tan próxima como Maja brachydactyla, que hasta hace poco se consideraban la misma especie. En este aspecto hemos determinado que la talla óptima para la liberación de individuos es la de hembra ya ovada. Actualmente hemos desarrollado la zootecnia para poder liberar 100 hembras ovadas por cada hembra salvaje capturada en un plazo de 18 meses. Estamos trabajando para que la ratio sea 1.000 x 1.

 

El proyecto ha comenzado con la optimización del cultivo larvario y el preengorde, para obtener el mayor número de ejemplares juveniles. ¿Cómo están avanzando estas actuaciones?
A pesar de los retrasos debidos a la espera de formalización de contratos y la obtención de autorizaciones, hemos avanzado en el cultivo larvario y el preengorde. Hemos solventado dos de los tres cuellos de botella del cultivo. Por un lado, la fase de asentamiento/metamorfosis, con supervivencias superiores al 50 %, utilizando las superficies adecuadas para que puedan llevar a cabo el asentamiento y la posterior metamorfosis. El otro cuello de botella era la elevada mortalidad de los alevines en los primeros estadios C1 a C3. La utilización de algas fue la clave. Por un lado, por su valor nutricional: la centolla es omnívora cuando se añaden algas en la dieta, el período de intermuda se acorta y la mortalidad se reduce. Pero además utilizan las algas como de camuflaje. Tras cada muda, la prioridad para su supervivencia es camuflarse con los objetos que puedan disponer en su entorno. Por tanto, al priorizar el camuflaje frente a la alimentación, en ausencia de algas utilizan los restos de comida a modo de camuflaje, lo que provoca sepsia y mortalidad.La utilización de suplementos minerales también contribuye mucho a un mayor crecimiento durante el preengorde. La observación de los juveniles mediante cámaras revela comportamientos que no se observan en presencia, ya que se inhiben en presencia de humanos y porque son animales nocturnos. Gracias a la observación remota, pudimos comprobar que los juveniles ingerían el suplemento mineral que hemos desarrollado, y aparecen comportamientos de competencia entre individuos para la apropiación del suplemento mineral. Tales observaciones validaron la hipótesis de la necesidad de aportar suplementos minerales.

 

 ¿Cuáles son los siguientes pasos que daréis?
Lamentablemente, debido a retrasos ajenos a nuestra voluntad, no vamos a disponer de juveniles de talla adecuada para ser trasladados a la batea (C10 o siguientes). Nos limitaremos al diseño de dos modelos de jaulas, uno retráctil para ser suspendido de la batea de modo que se pueda multiplicar por tres o por cinco el volumen en relación con la superficie de batea, y otro de fondo, que podrá ser utilizado en lugares donde no hay bateas, de cara a futuras repoblaciones en el Mediterráneo. Su construcción y evaluación en el mar, de su idoneidad, manejabilidad, resistencia y comportamiento en el ambiente marino.
El próximo paso es superar el cuello de botella restante, la mortalidad tan grande que se produce entre los días 10 y 14 después de la eclosión, es decir, durante la fase de megalopa plantónica. La alimentación utilizada en estudios anteriores, metanauplios de Artemia, no es viable, por su baja accesibilidad y su escaso valor nutritivo. Hemos desarrollado un pienso que las atrae y alimenta y ahora sólo tenemos que mejorar la accesibilidad y el aprovechamiento. Queremos alcanzar un 20 % de supervivencia total, desde huevo hasta talla comercial y en la actualidad tenemos:
Supervivencia de zoea a megalopa =  90 %
Supervivencia de megalopa < 50 %
Supervivencia asentamiento = 50 %
Engorde hasta muda terminal = 90 %
Si logramos alcanzar una supervivencia del 50 % de las megalopas, la supervivencia total será del 20 %, que puede parecer pequeña, pero hay que tener en cuenta que una centolla produce 105 zoeas por puesta promedio y que realiza tres puestas al año. Con estas cifras se puede empezar a pensar en la liberación de 1.000 centollas ovadas por cada centolla salvaje capturada, lo que representa una amplificación de 1.000 x 1 en la repoblación.

 

¿Qué valor aporta el proyecto en lo que a circularidad se refiere?
El proyecto aporta valor en circularidad al plantear la reutilización de recursos ya existentes en el medio marino, como los escombros generados en las bateas, dándoles un uso en la alimentación y engorde de la centolla. De esta forma, se promueve un modelo de aprovechamiento más eficiente, reduciendo residuos y cerrando ciclos productivos en la propia acuicultura.

 

¿De qué forma contribuye MAJA a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?
Contribuye directamente a los ODS relacionados con la sostenibilidad marina y la innovación productiva. En concreto, al ODS 9 (Industria, innovación e infraestructuras), al sentar las bases para una nueva industria de acuicultura de centolla; al ODS 12 (Producción y consumo responsables), gracias al enfoque en circularidad y reducción de residuos, y al ODS 14 (Vida submarina), al disminuir la presión pesquera sobre las poblaciones salvajes de centolla mediante la acuicultura. De forma complementaria, también puede tener incidencia en el ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres), al contribuir indirectamente a la conservación de biodiversidad marina y a la recuperación de hábitats degradados.

 

Un aspecto importante es el estudio de la viabilidad económica de la iniciativa. ¿Qué avances puedes destacar en ese aspecto?
Aunque aún no se dispone de todos los datos necesarios (como consumo energético, de agua y alimentación a gran escala), se han dado pasos relevantes. Entre ellos, se ha analizado la diferencia de costes entre un sistema de cultivo en tierra frente al cultivo en batea, destacando que este último podría resultar más ventajoso al considerarse como un servicio que ya incluye infraestructuras y mano de obra, evitando inversiones iniciales elevadas. Además, se está evaluando la reducción del volumen de escombro en las bateas tras ser aprovechado por las centollas, lo que no solo aporta beneficios ambientales, sino que también puede traducirse en ahorros económicos asociados a la gestión de residuos. 

 

¿Con qué dificultades os habéis encontrado durante estos meses de andadura?
Las principales dificultades han estado relacionadas con los tiempos de espera para disponer de hembras ovadas, lentitud en algunos procedimientos administrativos y autorizaciones, así como retrasos en la recepción de algunos suministros.  También hemos tenido una baja prolongada de una técnica contratada.