Gloria replantea el futuro de la acuicultura

El nombre de una de las borrascas más devastadoras que pasó por España puede ser el que marque el futuro del sector acuícola en España. La Universidad de Alicante escogió Gloria para bautizar el proyecto GLObal change Resilience in Aquaculture con el que reflexionar sobre la crianza y mantenimiento de las granjas. Y es que, como recuerda Kilian Toledo-Guedes, este temporal causó el mayor escape de peces del mediterráneo español. «Había que poner sobre la mesa ciertos aspectos de los escapes que no se habían producido», destaca.

Volvamos a enero de 2020. A finales de aquel mes, Gloria se convirtió en un temporal marítimo de récord. De hecho, Aemet estima que con él la intensidad del oleaje alcanzó alturas de entre 13 y 14 metros en Valencia y Baleares. Aquello se calcula que provocó pérdidas cercanas al 90 % de la producción acuícola en la Comunitat Valenciana y Murcia. Un desastre precisamente en las regiones que más crían peces de la península, con dos tercios de la producción total.

«Fue un punto de inflexión», subraya Toledo-Guedes. Desde el Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada, él y su equipo llevaban una década estudiando la producción pesquera. Pero aquello cambió lo que habían visto hasta entonces. «Tuvo un impacto muy importante sobre las pesquerías porque observamos que los pescadores descargaron ingentes cantidades de especies que claramente provenían de escapes», recuerda.

El impacto de los escapes

Las jaulas en las que se crían dorada, lubina y corbina cedieron ante la fuerza de las olas de Gloria y provocaron el «escape masivo más destacado por la intensidad que tuvo» de la acuicultura . ¿Cómo afectaba al ecosistema la entrada repentina de miles de estos ejemplares?

Tres eran los aspectos que preocupaban al equipo de Toledo-Guedes. El primero fue la pérdida económica «importantísima» para el sector acuícola. En este tipo de casos, apunta, «los seguros no cubren la totalidad de la pérdida de los peces». 

El segundo se centra en los pescadores, «que se encuentran con que solo capturan a estas especies». Ese exceso puede repercutir en los precios que marcarán luego las lonjas porque hay una gran oferta y por tanto se venden muy baratas o incluso compiten en precios con otras.

Y el tercero es la trazabilidad. En el sector acuícola, recalca el investigador, este seguimiento es «exquisito porque se sabe exactamente lo que ha sucedido con cada pez, con qué ha sido alimentado o si ha sido tratado por alguna enfermedad». Pero, una vez que se escapa, se pierde esta trazabilidad. «Y entran en la cadena comercial peces que no sabes si han sido tratados o tienen alguna enfermedad», alerta.

Dialogar para el análisis

Esos tres planteamientos constituían un problema cuya complejidad e importancia consideraban como una obligación a gestionar. Más cuando se debía tener en cuenta que Gloria no se trataba de un episodio meteorológico aislado.Este era el tercer temporal en nueve meses que batía marcas nunca vistas. Estas eran buenas razones para que su proyecto cuente con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa pleamar, cofinanciado por el FEMP.

¿Cuál era el plan de acción? Desde que arrancaran el pasado diciembre han estado muestreando y analizando los peces escapados en su laboratorio. Pero más allá, dos son los verbos que más quieren conjugar: escuchar y hablar. Su voluntad es involucrar al sector productor, administraciones regionales y cofradías de pescadores para que les cuenten cada uno su perspectiva. «Es ahí donde queremos hacer un esfuerzo muy grande de adquirir conocimiento y ponerlo en mesas de trabajo para poner medidas de gestión que sean realistas», afirma Toledo-Guedes.

La altura del reto atrae a este equipo de investigadores, «porque tiene muchas vertientes que han sido muy poco estudiadas». Con el trabajo que desarrollarán hasta el próximo noviembre esperan «proponer un plan de contingencia en el que todos sepamos cómo actuar con un escape masivo. Y generar conocimiento para gestionar el problema».