Las Rias Baixas acogen un proyecto para reducir las capturas accidentales de cetáceos.
La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (CEMMA) ha puesto en marcha este jueves el proyecto VIRADA, para contribuir, con la colaboración del sector pesquero, a la protección de la biodiversidad marina y a la sostenibilidad de la pesca mediante la reducción de las capturas accidentales de cetáceos.
Según CEMMA, la marsopa desaparecerá de las aguas ibéricas en 20 años por las capturas accidentales, de ahí este proyecto, cuyo nombre completo es "VIRADA: Bases para la reducción de la mortalidad por captura accidental en artes de pesca de la marsopa y el delfín mular en áreas Red Natura 2000 de Galicia".
La iniciativa, liderada CEMMA junto con la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto de Vigo (OPPF-4), cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica, a través del Programa Pleamar, que está cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP).
El proyecto cuenta con un presupuesto de 85.000 euros y está integrado en el LIFE IP INTEMARES, el mayor proyecto de conservación de fauna marina que se está desarrollando en estos momentos en Europa.
VIRADA, que se desarrollará a lo largo de todo 2020, tiene entre sus objetivos conocer la interacción cetáceos-pesca en las áreas Red Natura 2000 de las Rías Baixas para poder evaluar las capturas accidentales de la actividad pesquera y su impacto en las poblaciones de marsopa y delfín mular, así como potenciar el conocimiento del estatus poblacional de ambas especies en la zona.
VIRADA surge ante la gran necesidad que existe de poner fin al mayor problema de conservación que presentan los cetáceos a nivel mundial: su mortalidad por captura accidental en artes de pesca.
Según datos recopilados por CEMMA, en la costa de Galicia cada año aparecen varados una media de 285 cetáceos, la mitad de ellos muertos por captura accidental en artes de pesca.
El impacto de esta mortalidad es especialmente preocupante en el caso de las dos especies más vulnerables y con un mayor estatus de conservación: el delfín mular y la marsopa común, esta última la especie más amenazada del litoral ibérico, extinguida ya en el Mediterráneo, y que presenta su último reducto poblacional en las aguas del noroeste de la península Ibérica.
Por otro lado, VIRADA también está dirigido hacia el sector pesquero, para contribuir a que su actividad sea sostenible desde el punto de vista ambiental y compatible con la preservación de la biodiversidad y del medio marino